Este mismo lunes, en la primera sesión del juicio a 'La Manada', se resolvieron las cuestiones preliminares, sin cambios sobre lo decidido salvo una ampliación del informe encargado por las defensas a unos detectives privados sobre la joven, y también los cinco acusados se declararon "inocentes" del delito continuado de agresión sexual y contra la intimidad.

Cuatro de ellos además negaron el delito de robo con intimidación, mientras que el guardia civil reconoció que había "sustraído" el teléfono móvil de la víctima. Los cinco están imputados por un delito continuado de agresión sexual, otro contra la intimidad y un tercero por robo con intimidación, por los que la Fiscalía pide 22 años y 10 meses de cárcel para cada uno.

Según el escrito de la acusación, los imputados bajaron la ropa interior de la joven, de 18 años, y le obligaron a realizar felaciones a todos ellos, que también la penetraron, uno anal y vaginalmente, sin usar preservativo y "valiéndose de su superioridad física y numérica" y de la "imposibilidad" de la joven de "ejercer la más mínima resistencia".

Mientras, dos de ellos, "sin el conocimiento ni consentimiento" de la chica, hicieron grabaciones de vídeo y fotografías con sus móviles, "con la intención de vulnerar la intimidad de la víctima y posteriormente mostrarlos, enviarlos y difundirlos a su grupo de amigos". La acusación añade que cuando "se dieron por satisfechos" y antes de abandonar el lugar, un portal de un céntrico edificio de Pamplona, se apoderaron del móvil de la víctima para que "no pudiera solicitar auxilio".