Eran las cuatro menos veinte de la tarde cuando este tren de Cercanías colisionaba contra la topera de fin de vía. Afortunadamente, estaba ya casi parado, llegando a su destino, en Alcalá de Henares.

"Circulaba a muy baja velocidad, es aún pronto para saber a qué velocidad pero estaba ya prácticamente frenado, pero estamos hablando posiblemente de dos o tres kilómetros por hora", ha declarado el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna.

Pese a la baja velocidad, muchos viajeros estaban ya de pie, preparándose para salir. Esto ha hecho que 39 personas resultaran heridas. Dos han sido trasladadas a dos hospitales. Una con una posible fractura de cadera o pelvis.

Tras el accidente, los servicios sanitarios y de seguridad han acudido a la estación de tren, donde han atendido a los heridos. "Las causas todavía, con toda la prudencia, son causas que hay que determinar", añade el ministro.

Los tests de alcohol y drogas al conductor han dado negativo. Por el momento se desconocen las causas del siniestro, pero Renfe ha abierto una investigación al respecto.

El servicio en las líneas C-2 y C-7, está última en la que se ha producido el accidente, no se ha interrumpido pero sí registra ligeras demoras.