El ataque ocurrió en el Zoo Youngor de la ciudad de Ningbó, cuando el turista, que según testigos intentaba provocar al tigre, fue atacado por éste y arrastrado hacia una zona arbolada. Los cuidadores intentaron primero ahuyentar al felino con petardos, hasta que la policía ordenó el cierre del zoo poco después e intentó rescatar al hombre durante más de una hora.

Un testigo ha señalado que el hombre fue atacado a zarpazos por el tigre en repetidas ocasiones, cada vez que intentaba incorporarse. Se trata del segundo ataque mortal de tigres que se produce en China en los últimos meses, después del ocurrido en julio de 2016 en un zoo de las afueras de Pekín, cuando una mujer de 57 años falleció al intentar salvar a su hija del ataque de una de estas fieras.