Según publica el periódico 'La Vanguardia', la juez de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) que lleva el caso tomó declaración el pasado lunes como testigo a la actual pareja del padre de las dos niñas, un mosso d'esquadra con el que la acusada convivió durante quince años y con el que tiene denuncias cruzadas.

La juez tomó después declaración como investigados a los dos urbanos sospechosos del crimen, Rosa P. y Albert L., y los envió a prisión, acusados de haber matado a su compañero Pedro R., pareja sentimental de la primera, al parecer después de que la víctima descubriera que tenían una relación.

Según relató la testigo ante la juez, las hijas de la agente le explicaron que el día del crimen Rosa P. acudió a su casa de Vilanova con otro hombre y que entró a la habitación de las pequeñas para pedirles que no se movieran, momento en que estas la vieron con la ropa ensangrentada.

En su declaración ante la juez, los dos urbanos sospechosos se culparon entre sí de haber matado a la víctima y Rosa P. admitió que había ayudado al otro investigado a deshacerse del cadáver del fallecido, al que, según su versión, Albert L. había asesinado en su chalé.