Noelia y Sergio ven a su hijo Sergi, de 9 años, "bien, animado y con ganas de volver al colegio", después de que hace casi cinco años, en el verano de 2012, le diagnosticaran primero una osteomielitis en un pie y, después, una leucemia promielocítica aguda.

Los padres de Sergi han explicado su dura experiencia y la de su hijo para superar una leucemia que, en un principio, tenía buen pronóstico, pero que se reprodujo tras un año de tratamiento e hizo necesario un trasplante de médula, en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona.

Con motivo de la celebración del Día Internacional del Cáncer Infantil, la familia de Sergi ha asistido en el Hospital Clínic de Barcelona al anuncio del ensayo de un nuevo fármaco, la apomorfina, ya usado para el párkinson, para tratar la leucemia mieloblástica aguda (LMA) en niños.

"Sergi -han explicado- dice que ahora es un poco alemán", porque de ahí, de Alemania, es de donde llegó la médula de un donante compatible para el niño, lo que gestionó Redmo, el Registro de Donantes de Médula Ósea creado por la Fundación Josep Carreras en 1991.

El día 22 de enero de 2015, ahora ha hecho dos años, Sergi fue sometido al trasplante, que fue bien pero tras el cual llegaron muchos virus y una grave anemia, por lo que debió estar ingresado "mucho tiempo", incluso en la unidad de curas intensivas, ha relatado su madre, Noelia, con naturalidad y muy contenta de explicar que ahora va todo bien.

Tan bien va todo que su hijo puede ahora correr y jugar y ya tiene ganas de ir al colegio, después de tres años sin poder hacerlo, para evitar posibles contagios que, debido a la leucemia, pueden ser muy graves. Noelia ha querido agradecer, con su presencia y la de su familia, el apoyo de los investigadores del Clínic y también de los del Vall d'Hebron, y también de la Fundación Ronald McDonald, que se convirtió en su hogar cuando daban de alta temporalmente a Sergi y no podían volver a su casa "de verdad", en Reus (Tarragona).

La "vida normal" que tanto ansían recuperar Sergi y sus padres, con la vuelta al cole y la lenta vuelta al aspecto físico habitual, ya libre de cortisona, parece cercana tras tantos años de sufrimiento, ha dicho Noelia. Por el momento, Sergi acude a la clase de gimnasia de su colegio en Reus porque se imparte al aire libre y los virus no tienen tantas posibilidades de atacarle en ese entorno y sigue visitándole cada día un profesor en casa.