Tapándose la cara con las gorras y sudaderas. Así acudían a los juzgados de Benidorm los cuatro ingleses investigados por la muerte de Kirsty Maxwell, la joven escocesa que se precipitó por un balcón el pasado 29 de abril.

Todos ellos han quedado quedado en libertad tras declarar ante la juez. Según la acusación, el informe policial revela que la joven vio como única vía de escape la puerta corredera del balcón.

Kirsty había viajado a Benidorm con sus amigas a una despedida de soltera. Tras pasar una noche de fiesta se equivocó de habitación y entró en la de los británicos. Intentó salir por la ventana del baño y no pudo.

Fue entonces cuando tomó la decisión de lanzarse al vació. Según el informe, "fue una medida desesperada, fruto de un estado de terror, comparable a lo que sucede a una persona que salta al vacío desde un edificio durante un incendio".

La familia de la víctima había solicitado prisión preventiva ante la posibilidad de riesgo de fuga. Dicen que no van a parar hasta que se haga Justicia.

En mayo , otro investigado quedó también en libertad tras declarar. En la prensa británica se les conoce ya como 'los cinco de Benidorm'.