Perseguidas por ser lesbianas, un periplo de dos semanas, desde que Jimena y Shaza volaron a Dubái engañadas. Pensaban que la madre de la egipcia estaba enferma, pero según llegaron, su padre las denunció.

"Nos han encerrado aquí en la casa y la quieren literalmente matar", así explicaba Jimena lo que ocurría.

Emiratos Árabes es uno de los 13 países del mundo que castiga la homosexualidad con la pena de muerte. Ahora, Jimena, ya más relajada cuenta cómo escaparon de Dubái: "Nos escapamos mientras el padre de Shaza dormía".

Volaron hasta Georgia, donde el padre de Shaza consiguió encontrarlas. Así lo contaba Jimena desesperada a su familia: "Estamos en el aeropuerto y el padre se ha presentado aquí con toda la familia. Se la han intentado llevar por la fuerza. Ahora ella está conmigo, pero la familia está loca, está loca. Dicen que nos van a matar".

Pero nuevamente la pareja logró huir hasta llegar a Estambul, donde se perdió su pista. La familia de Jimena se temía lo peor, cuatro días sin saber de ellas... hasta que por fin llegó una llamada de teléfono: "Me están llevando no sé dónde. Hay un montón de mujeres, parece como una cárcel".

Estaban retenidas, han denunciado el trato denigrante de las autoridades turcas: "Personas sin corazón, insensibles. Se ríen en la cara de alguien no puede volver a su país porque sabe que se enfrenta a pena de muerte".

Ya en Málaga, a salvo dan las gracias: "Gracias por darme la oportunidad de ser quien soy".

Quieren, además, que su historia sirva para sensibilizarnos. En el mundo hay 75 países donde la homosexualidad se considera delito.