Del 1992 recordamos la
Expo, los Juegos Olímpicos, el Quinto Centenario; nos creímos, por fin, entre
los mejores del mundo y los más modernos. Pero se nos ha olvidado que en realidad, el
país no nos iba nada bien.
En 1992 hubo huelgas de
casi todo: transporte, agricultores, funcionarios o mineros… y nos tatuamos a
fuego tres sílabas, Corrupción: Ibercorp, Filesa, Naseiro, Juan Guerra.
La respuesta que le
dimos a la crisis del 92 marcó la España que sufrimos hoy. Por desgracia se nos
olvidó todo en cuanto volvió a irnos bien. Así que de aquellos polvos, estos
lodos. Puede que en el 92 nos
creyéramos modernos, pero vivíamos rodeados de machismo.
Un país en el que fumar en todas partes era casi hasta saludable y saltarse las normas, una religión. Así reaccionamos a la nueva obligación de circular con cinturón en ciudad: "Creo que nadie se lo va a poner".
'OBK' fue número uno, conocimos a un tal
Arguiñano, pero lo que mejor resume aquella España son los disturbios y locales
quemados en protesta por el adelanto del cierre de bares: "Es absurdo que a las
tres se cierren, no se puede permitir un cierre radical". Pues no, parece que no
éramos tan modernos.