Un nuevo procedimiento de cirugía estética se ha convertido en todo un fenómeno entre los hombres de Estados Unidos. Cada vez son más los que preguntan por el 'scrotox', que consiste en inyectar bótox en el escroto.

Según expertos citados por el diario británico 'The Mirror', el número de hombres que han solicitado el 'scrotox' se ha duplicado en el último año. Afirma dicho medio que este tratamiento disminuye la aparición de arrugas y hace que el escroto parezca más grande.

Sin embargo, el doctor Mark Norfolk, director de la clínica nacional 'Transform', ha afirmado al diaro 'The Sun' que el bótox no tiene el mismo efecto en la cara que por debajo de la cintura. Asegura que inyectarlo en el escroto reduce los problemas de sudoración, pero no disminuye excesivamente las arrugas.

Esta intervención estética cuesta alrededor de 3.200 euros y se realiza en unos 45 minutos. Eso sí, tras la inyección de bótox en el escroto, el paciente no puede tener relaciones sexuales en un plazo de seis semanas.