La naloxona es un medicamento que sirve para reanimar a las víctimas de un envenenamiento por opiáceos. En España se utiliza casi en exclusiva en los centros médicos y por los sanitarios para revertir de urgencia una sobredosis.

Sin embargo, el Plan Nacional sobre Drogas quiere extender su dispensación a los adictos y a las personas de su entorno para actuar ante una situación de emergencia. "Inclusión de la prescripción y entrega de naloxona a los consumidores de opiáceos y pacientes en tratamiento con sustitutivos", recoge el texto aprobado por el Gobierno.

La Estrategia Nacional de Adicciones se desarrollará hasta 2024 y se dotará con más de 1.000 millones de euros, el 24% procedente del Fondo de Bienes Decomisados por narcotráfico.

La estrategia incluye por primera vez, además de las drogas clásicas, las "adicciones sin sustancia", las comportamentales, como a las nuevas tecnologías, los juegos "on line" y los videojuegos.

En cuanto al juego, se está planteando "establecer determinadas cautelas y límites" a la publicidad del juego "on line" para evitar que aumente el número de menores de entre 14 y 18 años que apuestan dinero en la red, un porcentaje que se sitúa en el 9,8%.

Desde el Plan Nacional sobre Drogas también se está trabajando en una red para la detección de alertas tempranas de nuevas sustancias para que así puedan añadirse a la lista de prohibidas, como lo son determinas sales de baño y algunas que intentan frenar los efectos del cannabis, la cocaína y las anfetaminas.

Respecto a las clásicas, el alcohol sigue siendo la más consumida y la estrategia buscará reducir la edad de inicio en el consumo ya que en España el 80% de los jóvenes ha bebido antes de los 18 años y el 31,9% de los estudiantes de 14 a 18 años hace un consumo de riesgo.