La celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno en Pyeongchang, Corea del Sur, además de eventos deportivos y acercamientos diplomáticos históricos como el ocurrido entre las dos Coreas, también esconde una cara menos amable: miles de perros se sacrifican para ser cocinados.

La carne de perro, al igual que la de gato, forman parte del menú tradicional del país, por lo que existen una gran cantidad de granjas dedicadas en exclusiva a la cría de perros con el único fin de ser sacrificados para posteriormente cocinar su carne en los restaurantes de la ciudad.

Según explica Wendy Higgins, cooperante de la organización animalista Humane Society International, en el diario británico 'Mirror', las condiciones de los animales en estas granjas son deplorables ya que los perros se amontonan en jaula sin ningún cuidado, pasan frío y se les mata por electrocución, una técnica carente de toda ética.

Perros enjaulados en una granja de perros en Corea del Sur

Higgins explica que han logrado cerrar ya 11 granjas de perros, y en la última han logrado liberar a 90 canes, pero el gran objetivo es concienciar a la sociedad de Corea del Sur y a su Gobierno. Higgins explica que de cara a la mala prensa por estas prácticas con el escaparate de los Juegos Olímpicos el Gobierno impulsó ayudas a los restaurantes locales que eliminaran la carne de perro de sus menús, pero no la iniciativa no fue apenas secundada.

Según han explicado los dueños de los restaurantes, no están dispuestos a perder a la clientela habitual cuando se marchen los turistas tras las olimpiadas.

Pero poco a poco, especialmente gracias a los más jóvenes, el país va tomando conciencia y los perros y gatos están pasando a verse más como mascotas que como platos de comida ya que, según recoge la cadena CBS, uno de cada cinco hogares surcoreanos posee un perro o gato doméstico.