Fueron encontrados en la ciudad de Noyabrsk, en Rusia. "Tratamos de quitar el alquitrán de su piel hasta la medianoche", explicaba uno de los animalistas, según informa el 'Daily Mail'.

En un primer momento sólo pudieron quitar los trozos más grandes de alquitrán, el resto estaba pegado a sus pieles. El veterinario Nikolay Kostuk ha asegurado que pudo dormir a los cachorros para retirar de su cuerpo el resto de alquitrán sin que los animales sufrieran. Los cachorros estuvieron enterrados durante mucho tiempo, incluso uno de ellos, tenía el hocico enterrado y murió ahogado.