Es Miguel López recibiendo la noticia de la muerte de su suegra, la imagen es captada por una cámara de seguridad de su casa. Son imágenes claves en la investigación porque comprometen la versión del sospechoso.

Presuntamente, después matar a su suegra llegó al chalet de su cuñada donde se celebraba una reunión familiar, allí recibió una llamada telefónica contándole lo que había pasado. A paso rápido se dirige hacia su chalet dentro de la finca familiar, allí permanece tres minutos. Un desplazamiento que omitió a la Policía.

Después salió con su Porsche Cayenne en dirección al concesionario. Sólo un minuto después las imágenes graban otro coche saliendo de la finca, es el de su hijo. La Policía sospecha que ese tiempo fue clave para que Miguel López se deshiciera de pruebas.

Las imágenes están recogidas en un sumario del que también se extrae su declaración, López explicó que desde el primer día estaba en el punto de mira: "Mi cuñada, la mujer de Vicente, me acusó directamente en el tanatorio".

Intentó desviar la atención, acusando al primogénito a Vicente Sala de ser el responsable de la muerte de su madre. "Es una cagada de mi cuñado que la ha liado por algún sitio. Eso viene de cualquier lio suyo y ahora claro, mareando la perdiz con lo que puede para disimular".

Se refiere a los negocios que Vicente tenía en Sudamérica, hizo creer que el asesinato de María Carmen lo cometió un sicario por un ajuste de cuentas.