El hospital de O Salnés da servicio a unos 78.000 pacientes. Muchos temen que con la nueva ley tengan que desplazarse a más de 100 kilómetros de sus casas.

"Tenemos que pensar que hay gente mayor, que no es lo mismo desplazarse aquí que a Pontevedra", explica Celia Iglesias, Junta de Personal Hospital Salnés.

Pacientes y médicos denuncian que supondrá reducción de personal, pérdida de camas, especialistas y apoyo a la sanidad privada.

El Gobierno gallego promete que se operará antes de 60 días; eso sí, si no pueden hacerlo en la pública, la intervención será en hospital privado.

"Aquí cierras camas y estás manteniendo a una persona en la privada mientras no se interviene, ese dinero repercute sobre las arcas públicas", apunta Rosa Casal, presidenta Junta Personal Hospital Salnés.

El Gobierno gallego asegura que se pretende una mayor eficiencia. "Lo que tratamos es favorecer la coordinación y que los hospitales ofrezcan más servicios", apunta Antonio Fernández Campa, Gerente Servicio Galego Saúde.