El propietario del supermercado, situado en Melbourne, Australia, y de origen chino, estaba harto de que los jóvenes entraran en su establecimiento a robar y colocó un polémico cartel en la puerta de entrada que les prohibía la entrada.

Las cámaras de seguridad de la tienda captaron como varios grupos de jóvenes negros entraban y robaban chocolatinas, snacks y bolsas de patatas. A raíz de esto y muy indignado con la actitud de los chicos, que cada día volvían para robar, decidió colocar el cartel, según informa el canal de televisión 7 News.

El cartel ha dado la vuelta al mundo acusando de racista al dueño del comercio y las redes se han llenado de comentarios acusando al dueño de cometer un crimen de odio racial.

El enfado del comerciante no quedó solo en la colocación del cartel. En un arrebato de frustración persiguió a los jóvenes con un palo de golf en la mano para amenazarlos y amedrentarlos, sin mucho éxito.

La Policía ya ha obligado a retirar el cartel declarando que se trataba de un mensaje "inapropiado" y ahora investigan las posibles consecuencias.