En la frontera entre Salamanca y Extremadura conocen bien las consecuencias de estar en verano en pleno octubre. Lo más preocupante es que no hay agua. Da igual que sea en el norte o en el sur de España. Málaga, Vilagarcía de Aorusa o León son algunos ejemplos de la sequía del país.

Donde peor lo tienen es en la cuenca del Duero, que está al 30% y, al sur, en la del Segura que no llega al 14%. Por lo tanto, España es un poco menos verde y se nota especialmente al norte de Castilla y León y en Extremadura.

La segunda consecuencia de este tiempo es el calor. El verano se ha alargado 35 días. En Bilbao están a 29 grados y en Ourense los termómetros están a 28 grados, mientras el Miño está agonizando. En toda España las temperaturas están por encima de la media para un mes de octubre. En la mayoría de la zona norte han tenido entre siete y diez grados más de lo normal.

En Sevilla, hace tanto calor que han tenido que atender a muchas personas durante un partido de fútbol. El club ha pedido retrasar la hora del partido de este fin de semana, que era a las cuatro de la tarde.

La tercera consecuencia es que hay más contaminación. No sólo en Madrid y Barcelona están en nivel alto, también, y es lo raro, en ciudades del norte como Burgos o Santander.

Y a más contaminación, los problemas de salud se convierten en un cuarto problema."Se agravan los procesos respiratorios crónicos de los pacientes que ya tienen una enfermedad", ha señalado Jesús Escobar, jefe de neumología de la clínica de Ruber Internacional. Y de momento sigue sin llover.