Tanto la esposa como los cuatro hijos del detenido sufrían tremendas palizas y tuvo que ser la madre quien dejase el teléfono móvil en la habitación de su hija en modo grabación para después recoger el terminal, presentarse en la comandancia de la Guardia Civil y denunciar lo ocurrido. El vídeo de los hechos fue la prueba inequívoca para la detención del hombre.

Los agentes detuvieron inmediatamente al individuo, de 29 años, y el juzgado de instrucción de Baza, que instruye el caso, decretó su ingreso en prisión sin fianza, donde permanece desde el pasado jueves.

El arresto se materializó el pasado martes y la Guardia Civil ha dado protagonismo a la prueba gráfica de la violación. La Guardia Civil mantuvo al detenido en dependencias del cuartel de Guadix durante dos días, tras lo que pasó a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Baza, que ordenaba su ingreso en prisión preventiva.