Según ha explicado la Policía Nacional en una nota, la operación se inició a raíz de una llamada que un vecino de la zona realizó a la sala del 091 denunciando que estaba sufriendo un robo violento en el interior de su domicilio, por lo que rápidamente se desplazaron hasta ese lugar varios indicativos policiales.

Una vez allí, los agentes detectaron que en una de las viviendas cercanas unas personas estaban introduciendo varios fardos en el interior de una casa y que al detectar la presencia de los agentes se dieron a la fuga.

Así, una vez asegurada toda la zona, los agentes inspeccionaron la vivienda y localizaron una oquedad, situada en el huerto trasero, donde hallaron un total de 30 fardos, que contenían 900 kilos de hachís, por lo que fue detenido el morador de la vivienda, encargado de custodiar y almacenar el estupefaciente hasta su posterior distribución.

Poco después, los agentes localizaron un vehículo abandonado, en una gasolinera cercana, con cinco fardos en su interior que contenían 150 kilogramos de hachís en total, por lo que detuvieron al hijo del guardián, que se encargaba de la distribución de la droga.

Según ha explicado la Policía, dado que ese lugar es una zona habitualmente usada por los narcotraficantes para ocultar sustancias estupefacientes, se activó un operativo policial especializado en la lucha contra la droga y el crimen organizado.

Así, mediante esta investigación se comprobó un importante entramado de estructuras conexas entre el domicilio donde se han localizado los fardos de hachís. Por el momento la investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.

Hace unos días también encontraron en este mismo sitio, en la Línea de la Concepción 3.300 kilos de hachís.