La primera operación se desarrolló en la playa de Sidi Omar Umusa, al oeste de Nador, y consistió en la intercepción de una patera (una lancha neumática con un motor Yamaha añadido) en la que se encontraban 25 inmigrantes ya en rumbo hacia España.

En otra operación distinta, y sin aparente relación con la anterior, la policía detuvo a otro grupo de 55 inmigrantes subsaharianos, incluyendo mujeres y niños, en la aldea de Taziguin, también en esa misma región, cuando preparaban su salida en otra patera.

El tráfico de pateras se ha recrudecido durante todo 2017 y lo que llevamos de 2018, alcanzándose registros que no se veían hace muchos años.