A Eva Szvoren le cuesta
hablar de su hermana: "Era trabajadora, buena madre, adoraba a sus hijos". Entre lágrimas recuerda cómo
se enteró de lo ocurrido, su hermana Cristina murió apuñalada y degollada en su
casa de Benicàssim por un hombre el 20 de julio de 2016. Era su pareja y padre
de sus dos hijos de 11 y 13 años, a los que también intentó matar, pero por
suerte consiguieron evitarlo encerrándose en el cuarto de baño.
Eva asegura que tenía
todo pensado y que llevaba tiene planificándolo: "Yo no duermo con un cuchillo
en el dormitorio".
Según la Fiscalía, ella
le había comunicado su intención de separarse tras 14 años de relación pero él
se negaba a aceptarlo. Decía que era muy celoso y posesivo. Durante el juicio,
el procesado ha reconocido ser culpable y ha pedido perdón a la familia, unas
disculpas que llegan tarde. Quieren que cumpla la máxima condena. "Que se quede
dentro toda la vida y no por mí, sino por mis niños. Se lo merece", señala Eva.