La compañía de seguros de un museo de Estados Unidos está reclamando 114.000 euros a una familia después de que uno de sus hijos rompiera una de las esculturas del museo de tal manera que no puede ser reparada.

En las imágenes de las cámaras de seguridad se puede ver a los dos niños corriendo por una de las salas del museo mientras la madre observa todo desde un sofá. En un momento dado, uno de los menores decide abrazar una estatua valorada en más de 114.000 euros, provocando que cayera al suelo y se rompiera.

En la carta remitida por el seguro se le decía a los padres que son "responsables de la supervisión de un menor de edad" y que "su falta de supervisión podría considerarse negligente", según recoge ABC News.

Por su madre, la madre se defiende diciendo que la escultura no estaba bien anclada y que "no era segura". "Él no lo hizo con malicia", explica.