Cuando Celinda Haynes, de Hudson, Colorado, fue trasladada de urgencia al Centro Médico Platte Valley aseguró a las enfermeras que había sido su perro el que le causó unos cortes que presentaba en uno de sus brazos, según recoge el medio estadounidense 'Denver 7'.

Sin embargo, el personal del centro médico no le creyó, y pensaron que se trataba de un caso de violencia machista que Celinda pretendía encubrir. Sin embargo, más tarde corroboraron la versión de la víctima, pues cuando se produjo el incidente, su marido se encontraba renovando el carnet de conducir.

Según relató Celinda, su perra, llamada Mia, agarró con la boca un cuchillo de la encimera de la cocina. Para conseguir que lo dejara, su dueña le ofreció golosinas, pero Mia fue a por ellas mientras aún cargaba con el cuchillo.

De este modo, Mia se dirigió entusiasmada a su dueña y le provocó cortes en un brazo, dejándole profundas heridas de más 10 centímetros. Según ha afirmado Celinda a 'Denver 7', ha decido poner los cuchillos en un lugar en el que su perra no pueda encontrarlos.