La multinacional Pepsi ha sido obligada a retirar un polémico anuncio tras las numerosas críticas que ha recibido al ser catalogado de "insensible" "ofensivo". En el anuncio salía la modelo Kendall Jenner posando para una sesión fotográfica frente a un hotel de lujo. De repente observa una protesta en la calle y consigue frenar a los policías dando una Pepsi a un agente.

Los usuarios creen que es una burda copia que ofende de la escena que protagonizo la manifestante Iesha Evans en 2016 cuando se enfrentó de forma pacífica a dos agentes en una protesta contra el racismo, una imagen que dio la vuelta al mundo.

La marca ha tenido que pedir disculpas en su cuenta de Twitter: "Pepsi quería proyectar un mensaje global de unidad, paz y entendimiento. Claramente no hemos cumplido con nuestros objetivos, y pedimos disculpas".