Esta medida es la novedad principal de este año de las PAU, que tendrán lugar entre los próximos 12 y el 14 de junio, e implica que Historia de la Filosofía es ponderable y tiene más peso para el acceso a grados universitarios de las ramas de artes y humanidades, y de ciencias sociales y jurídicas, mientras que los estudiantes que quieran estudiar grados de ciencias o ingenierías no tendrán que examinarse de esta materia.

Al desaparecer de la fase general de las pruebas, que es obligatoria para todos los alumnos, ésta queda formada por cuatro materias comunes obligatorias que son Lengua Catalana y Literatura, Lengua Castellana y Literatura, Lengua Extranjera e Historia de España y una materia a escoger entre las de opción, que son Fundamentos de las Artes, Matemáticas, Latín y Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales.

Al pasar a la parte específica, la asignatura se encuentra en la nueva tabla de ponderaciones de 2018, donde se puede consultar qué grados universitarios la tendrán en cuenta.

Esta es la novedad principal que a principios del pasado mes de septiembre la Secretaría de Universidades e Investigación comunicó a los diferentes centros educativos.

En la misma comunicación, se explicaba a los institutos que el acuerdo pretende tender hacia unas pruebas en las que "se evalúen las competencias por encima de los conocimientos, en coherencia con la manera en la que las materias se imparten tanto en bachillerato como en la universidad".

En este proceso, como medidas concretas se van ajustando los pesos de diversas materias en función de los estudios a los que se pretende acceder.