Los padres del bebé Alfie Evans, aquejado de una rara enfermedad cerebral degenerativa incurable, solicitaron "permiso" para trasladar, por segunda vez, el caso ante el Tribunal Supremo del Reino Unido, según confirmó una fuente judicial.

Tom Evans y Kate James llevan desde hace meses librando una disputa legal con los médicos del hospital Alders Hay, en Liverpool, para que su hijo, de 23 meses, que se encuentra en estado semi vegetativo, no sea desconectado de las máquinas que le mantienen con vida aunque en estado vegetativo.

La pareja quiere que la justicia les dé vía libre para poder trasladar al menor al hospital pediátrico Bambino Gesú de Roma, donde podría continuar siendo tratado. No obstante, los médicos que atienden a Alfie en Inglaterra han reiterado en varias ocasiones que su condición es "irreversible" y que prolongar el tratamiento no redundaría en una mejoría de su estado.

Un portavoz del Supremo -máxima instancia judicial del Reino Unido- confirmó a los medios que los padres del bebé han solicitado "permiso" para llevar otra vez el caso ante esa Corte y pedir, por segunda vez, que la justicia revoque el fallo que autoriza poner fin a su vida. "El Tribunal Supremo valorará ahora la solicitud de permiso para recurrir la decisión de la Corte de Apelaciones. Nuestra prioridad es continuar proporcionando a Alfie el mejor cuidado posible", indicó ese portavoz.

Los padres del bebé, a los que ya dio la espalda el Tribunal Supremo y la Corte Europea de Derechos Humanos, recibieron este lunes la negativa de la Corte de apelaciones, después de que los médicos afirmaran por "unanimidad" que el estado de Alfie es "irreversible".

Por el momento, todas las instancias judiciales a las que han acudido han considerado que los doctores tienen razón al querer detener el tratamiento del bebé contra la voluntad de sus progenitores, lo que ha provocado numerosas muestras de apoyo a los padres.