No podía creer lo ocurrido y comenzó a gritar de forma desesperada. Los agentes tuvieron que reducir al padre del niño asesinado en Elda tras informarle de la noticia.

Según informa el diario 'Información' de Alicante, el hombre sufrió un ataque de nervios e ira y comenzó a gritar y dar puñetazos en las paredes. De hecho, salió del edificio esposado y custodiado por varios agentes, lo que llevó en un inicio a la confusión de muchos vecinos, que le creían detenido.

No se descarta que el niño fuera sometido también a abusos sexuales en presencia de la novia de su padre de acogida, que estaba embarazada, y a la que encontraron maniatada, con contusiones y con una bolsa en la cabeza, según han fuentes de la investigación.

El suceso se produjo cuando la mujer y el niño bajaron de su domicilio y fueron asaltados por unos hombres cubiertos con cascos que les obligaron a subir con ellos.

Una vecina alertó al 112 tras entrar en la vivienda al escuchar ruidos y ver la puerta entreabierta.

Al llegar los servicios sanitarios, encontraron al menor en el suelo y en parada cardiorrespiratoria. No pudieron hacer nada por reanimarlo.