Francesco Arcuri, el padre de los hijos de Juana Rivas, la madre de Maracena, Granada, ilocalizable desde que hace más de tres semanas no cumpliera con la orden de entregarle los menores al progenitor, condenado en 2009 por lesiones en el ámbito doméstico, ha señalado que no es un "terrorista" y ha solicitado a la Fiscalía de Menores de Granada que active el protocolo internacional de desaparición para encontrar a sus hijos.

"Todo esto es insoportable", ha indicado Francesco Arcuri tras la publicación del contenido de las dos cartas que Juana Rivas ha facilitado a los medios a través de su entorno, detallando supuestos malos tratos.

"Soy un padre con dos resoluciones judiciales a su favor que lleva más de un año sin ver a sus hijos, secuestrados ilegalmente", ha explicado el padre de los niños, que se ha mostrado confiado en que "este caso sirva para iniciar una profunda reflexión sobre cómo las campañas de difamación no pueden estar por encima de la ley".

"Sigo teniendo confianza en la Justicia y estoy preparado a denunciar a todos los que han, intencionalmente, intentado calumniarme a través de mentiras y falsedades", ha agregado, incidiendo en que el objetivo era hacerle "pasar como un maltratador a los ojos de la opinión publica, en un proceso inquisitorial paralelo a la ley" en que, "de repente, sería el imputado y Juana Rivas la víctima".

"Es terrible la indefensión a la que estoy sometido con algunos medios que se limitan a recoger testimonios anónimos en mi contra sin querer proporcionar otros que avalan mi papel de buen padre y pareja", ha explicado Arcuri, para quien "todas estas declaraciones son para reforzar la denuncia que puso Juana en julio de 2016", dos meses después de su llegada a Granada, "y poco días antes de comunicarme su voluntad de no retornar a casa con los niños, denuncia considerada solo instrumental para sustraer a mis hijos", según ha especificado.

Arcuri se ha referido a los testigos de la vida en común de la entonces pareja en Carloforte (Italia) hasta mayo de 2016, cuando Juana Rivas llegó a Maracena con sus hijos, los cuales "nos conocen bien y saben que yo no soy el terrorista del que se ha llegado hablar".