"Solventa muchas de las dudas que nos atormentaban en los momentos de miedo, de terror que vivimos durante los 13 días de búsqueda y nos hizo pensar que se fue tan feliz como había sido hasta ese momento", ha trasladado Patricia entre lágrimas, ya que, tal y como ha confesado, afrontar estos hechos "nos cuesta sin que se nos encoja cada pelo y cada poro de nuestra piel".

En una comparecencia ante los medios de comunicación este sábado en el hotel Cala Grande de Las Negras, y acompañados de su letrado Paco Torres y del psicólogo que les está guiando en el tránsito del duelo por su hijo, Patricia y Ángel, con la voz rota, han expresado su "confianza" en la justicia para que la presunta asesina de su hijo "no pueda volver a hacer daño a nadie".

A preguntas de los periodistas, la madre del pequeño ha admitido que, "de alguna manera sí sospechaba" de la entonces pareja sentimental de Ángel Cruz, si bien él se ha pronunciado en sentido contrario. "Yo no sospechaba en absoluto. Dormía con ella, me consolaba a mí cada noche, yo no sospechaba. Al daño por la pérdida de Gabriel se añade el daño por tenerla a nuestro lado y, encima de todo, intentar consolarla", ha dicho el padre.

Mientras, la madre, ha afirmado tajante: "desde luego lo que nunca pudimos imaginar, jamás, es este terrible desenlace. Jamás pasó por ninguno de nosotros que falleciera el primer día y que hayamos vivido 13 días de engaño y dureza".

"De alguna manera yo sí sospechaba y conforme avanzaba la investigación, bastante más. Intuiciones, iba poco a poco viendo cosas y aumentaba el nerviosismo", ha añadido para precisar que estaban "aterrorizados cada vez que la bruja salía y la seguían numerosos vehículos de los medios de comunicación que podían dificultar el desenlace".

"Nos atormentaba que por nuestra culpa, por la implicación de la gente en su búsqueda, hubiéramos podido impedir su puesta en libertad o facilitar su posible muerte. Por eso la autopsia solventó muchas de estas dudas y nos ha hecho más reconfortante su pérdida porque no hubo tiempo de que sufriese", ha reiterado.

Patricia ha recordado, en esta línea, cómo pasaron "muchísimo miedo" y el "terror permanecía con nosotros cada minuto, cada hora, cada noche", al tiempo que ha trasladado cómo "nos atormentaban miles de pensamientos sobre Gabriel; si estaba retenido, si le darían de comer, si tendría frío, miedo, si lo habrían drogado o podrían estar abusando de él".