A pesar de que lo intentó con todas sus fuerzas, Pablo Ráez no pudo resistir su última recaída de leucemia y finalmente murió el 25 de febrero de 2017. El malagueño Pablo Ráez falleció a los 20 años en su casa, rodeado de todos sus familiares. A los que él llamaba el 'Team Pablo', y a los que él estaba "eternamente agradecido por un calor que no todo el mundo tiene la suerte de recibir".

"Mi hijo lo sabía, al igual que lo sabíamos todos, pero luchó hasta el final", señalaba el padre del joven en declaraciones a Diario Sur. Ráez conmovió a toda España contando a través de redes sociales el día a día que dedicaba a combatir la enfermedad que padecía.

"Admito que dan ganas de tirar la toalla, pero sigo y seguiré luchando hasta que llegue mi día", decía Pablo Ráez en una carta publicada en su cuenta personal de Facebook ante la gravedad de su situación.

Pablo Ráez dejó el legado propio de un heroico luchador que movilizó a toda una generación en la importancia de donar médula. De hecho, su batalla contra la leucemia se viralizó de tal forma que la provincia de Málaga registró más de 11.000 donantes nuevos de médula ósea en 2016; un aumento del 1.300%.

Su increíble esfuerzo quedaba patente también en una de sus últimas publicaciones en Facebook, en la que se despedía de la siguiente forma: "Animo a todas las personas que estéis en una dura batalla, animo a todas las familias que estés pasando una dura batalla, ánimo a los que hayáis perdido a un ser querido, todo pasará y todo llegará. La muerte forma parte de la vida por lo que no hay que temerla sino amarla".