José Ortega Cano está siendo  juzgado por un accidente de tráfico en el que murió Carlos Parra tras colisionar con el vehículo del torero.

Según los peritos, Ortega Cano circulaba a 125 kilómetros por hora en una carretera limitada a 90 y que invadió durante 60 metros y "de manera plena" el carril contrario antes del choque.

Cuatro peritos en reconstrucción de accidentes de la Guardia Civil han dicho a la juez que el vehículo contrario, el de Carlos Parra, circulaba a 50 kilómetros por hora, en unos cálculos corroborados por varios programas de reconstrucción de siniestros.

La quinta y última jornada del juicio ha comenzado con el rechazo, por parte de la juez, de la declaración como testigos del enfermero que sacó sangre al torero en el hospital y del celador que la trasladó al bando de sangre.

El fiscal había pedido estas declaraciones basandose en que, tras la declaración el pasado viernes del jefe de Hematología del hospital Virgen Macarena, había quedado en "una nebulosa" la custodia de las muestras que luego usaron para la prueba de alcoholemia, la cual determinó que había el triple de la tasa autorizada.

La juez ha argumentado que la declaración del jefe clínico no supuso una "retractación ni revelación inesperada", como prevé la ley para introducir testigos en esta fase del juicio.