En su primera 'okupación', en Tetuán, ocuparon un inmueble que, según han explicado, pertenece a la mafia china, concretamente a Gao Ping, "que había sido utilizado para blanquear dinero en España". "Quisimos denunciar la impunidad con la que mafias extranjeras roban y delinquen en nuestro país con la ayuda y beneplácito de las altas esferas", han señalado.

Su segunda ocupación, en Bretón de los Herreros, fue la del antiguo Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. En su opinión, es una "paradoja que en un país con una tasa de desempleo de las más altas de Europa, haya un ministerio de trabajo completamente abandonado, sin ser utilizado para la labor social que tanto se necesita aquí, por culpa de políticos y empresarios".

Ahora, explican en las redes sociales, han ocupado la sede central del Forum Filatélico, "empresa que, con premios y galardones por parte del Gobierno, reconocimientos por parte del Ministerio de Economía, cometió una de las mayores estafas que han sacudido a este país".

Así, han recordado que se ha dejado "sin sus ahorros, sin sus pensiones, sin casa y, en ocasiones, sin vida, a medio millón de familias que depositaron su confianza en una empresa de inversiones que gozaba, según el Gobierno, de una solvencia absoluta y garantizada".

Los 'okupas han explicado que estas familias "perdieron todo, y en nueve años, no han conseguido obtener más que el 10% de lo perdido en el mejor de los casos, estando desamparados por un Gobierno que, lejos de preocuparse por ello, ha dado un portazo al problema dejándolo como un escándalo del pasado".

Por eso, quieren denunciar que existen "más de 50 inmuebles propiedad del Forum Filatélico bajo la custodia del Estado que se encuentran vacíos, abandonados, mientras más de un millón de personas ven como no pueden pagar su hipoteca".

En esta nueva sede central, el Hogar Social pretende realizar la labor que viene desarrollando: "un techo para los sintecho, y alimentos para el que no recibe ayudas del Estado". "No hay mayor revolución a día de hoy que el devolver al político o al empresario, una pequeña dosis de los mismos sinsabores que ellos dispensan a un pueblo cada vez más engañado y en la miseria", concluyen.