La Justicia mexicana y la española ordenaron a la madre de los menores, la española Isabel Monrós y quien conserva la custodia de sus hijos, permitir que éstos regresaran a México, donde vive su padre, Joaquín Escolano.

Tras una disputa que ha durado varios años, "los niños están en México con su padre y se encuentran bien", declaró Jaime Cuevas, abogado de Escolano.

El caso ha producido este mes escenas dramáticas en la localidad valenciana de Alboraya, donde vivían los niños con su madre y en cuya casa varios centenares de vecinos se concentraron el pasado día 3 de marzo para impedir que la Guardia Civil se llevara a los menores para entregarlos a su padre.

En declaraciones, el abogado del padre dijo que este no presentaría una denuncia contra su exesposa, pero consideró la posibilidad de que la Guardia Civil realice "algún atestado" por los "episodios de violencia" que han rodeado el caso en España.

Hace unos días Isabel Monrós explicó que en la sentencia de divorcio quedaba pendiente fijar un régimen de visitas y una pensión alimentaria para los menores. Pero según Cuevas, la madre debió pedir permiso al juzgado correspondiente en México para cambiar de domicilio y venir a España.

Monrós "tenía la obligación" de llevar a sus hijos a México desde el 14 de marzo de 2011, dijo el abogado al referirse a la sentencia de un tribunal mexicano y que fue ratificado por la Audiencia Nacional de Valencia.

Los niños están ahora con su padre en una zona cerca de México Distrito Federal, según dijo el abogado, quien indicó que "desconocemos cuándo irá la madre" a México. La madre había pedido a la Fiscalía de Menores "medidas de protección" que garanticen la permanencia de sus hijos en España.

Sin embargo, el Ministerio Público les avisó de que sería "difícil" que los niños se queden en España por la sentencia firme que resuelve que deben volver a México, donde reside el padre.

El abogado de la madre, Ignacio Amat, explicó días atrás que al no tener garantizados los recursos para mantener a sus hijos en México, Isabel Monrós decidió volver a su país en 2010 y quedarse en casa de sus padres en España.

Por su parte, Cuevas manifestó su agradecimiento a la Guardia Civil "por sus esfuerzos para garantizar la integridad de los niños" y acusó a la madre de "manipularles" para que no quisieran regresar con su padre.