Los padres le dijeron a su hijo que el Museo de Historia Natural no podía tener fallos como ese. Charlie insistía en explicar que los oviraptores andaban a dos patas y los protoceratops a cuatro, pero sus padres decidieron olvidar el suceso.

Días más tarde, el museo envió una carta a casa de Charlie reconociendo que el niño tenía razón y que estaban "verdaderamente impresionados" con sus conocimientos sobre paleontología. "Charlie ama la paleontología desde muy pequeño y comenzó a leer enciclopedias cuando tenía unos tres años", declaró la madre según la 'BBC'.

El museo pidió disculpas y admitieron que el cartel con el nombre del dinosaurio estaba mal, ya que, lo modificaron varias veces. Los padres explicaron que Charlie quiere saber todo cuando algo le gusta mucho, como consecuencia de su enfermedad.