La familia de Layla-Rose Ermenekli ha dado a conocer su caso para evitar que más personas vivan lo mismo. La niña, de seis, años, murió en el hospital después de que un médico le diera un mal diagnóstico.

Cuando fue a urgencias, la niña tuvo que esperar durante horas y finalmente le dijeron que la erupción que tenía se debía a una contusión. Después, le dijeron que podía ir a casa.

A pesar del diagnóstico, la menor no mejoró y tuvo que volver al hospital, según publica el Daily Mail. Allí, después de ser vista por varios médicos, finalmente uno le administró antibióticos pero entonces la erupción que presentaba comenzó a extenderse y poco después entró en paro cardíaco.

Según sostiene un documento del centro hospitalario, los médicos no evaluaron correctamente a la niña ya que se basaron en documentación desfasada.