Una niña de nueve años ha ingresado en un centro de rehabilitación en Reino Unido por su adicción al Fortnite. Se trata del videojuego más popular de los últimos tiempos, y es que ya cuenta con más de 40 millones de jugadores que lo han descargado.

Sus padres, Carol y Richard, le regalaron una Xbox en enero y desde entonces, la niña empezó a jugar constantemente. Sin embargo, los padres no se vieron alertados hasta que pasaron dos meses, cuando su profesora les advirtió de que el rendimiento de la menor había bajado y que llegaba a clase muy cansada.

Los padres conocieron la adicción de la niña e intentaron limitar las horas de uso de la consola, pero un día Richard encontró a la pequeña jugando a escondidas a las 5 de la mañana y sentada encima de un cojín empapado de su propia orina, según recoge el diario Metro.

Además, la madre encontró pagos de 50 euros desde su tarjeta de crédito, y es que pese a ser una aplicación gratuita, los usuarios pueden mejorar su rendimiento pagando algunos extras. Los padres pidieron explicaciones a la niña y acudieron al psicólogo, que les recomendó que la niña comenzara una terapia.