En régimen de todo incluido, un matrimonio británico con sus dos hijos veraneó durante 15 días en un hotel de Canarias. Cumplimentaron un cuestionario del turoperador confirmando que les había encantado la comida. Pero tres años más tarde reclamaban 11.000 euros por haber sido intoxicados.

"Desde el año 2015 han subido las denuncias falsas un 1700% y hemos evaluado que simplemente las que están pendientes de resolución ya superan los cien millones de euros", asegura Ramón Estalalella, portavoz de la Confederación Española de Hoteles.

Las pruebas aportadas por el hotel y el turoperador Thomas Cook fueron determinantes. Convencieron al juez de que la denuncia era "completamente inverosímil". Es la primera vez que la justicia británica falla a favor de un hotel de España en el fraude de las reclamaciones por intoxicaciones de turistas ingleses.

Un fraude en el que hasta participan abogados británicos, situándose ante los hoteles españoles dentro de furgonetas. Mohamed fue el primer hotelero de Tenerife que se lanzó a denunciar a sus denunciantes "como presuntos autores de un delito de extorsión".

Otros hoteles optan por subir sus precios para hacer frente a posibles indemnizaciones. Hace unos días, el gobierno de Teresa May planteó reformas para facilitar a los turoperadores pleitear contra esta estafa.