Sheila Griffin, de nacionalidad británica, se ha suicidado después de perder la custodia de sus hijos al ser acusada falsamente de acostarse con un menor.

A pesar de haber sido absuelta, el padre seguía encargándose de los cuatro menores y siempre ponía trabas para que la madre pudiera ver a sus hijos y vivía en una lucha constante.

Según informa el diario 'The Sun', la mujer vivía sumida en una fuerte depresión que la llevó a padecer cuatro sobredosis anteriores. Fue su abuela quien la encontró muerta sobre la cama después de haber ingerido un 'cóctel de medicinas'.

Griffin incluso llego a estar ingresada en un hospital psiquiátrico anteriormente debido a sus problemas mentales.

Dos días antes del trágico acontecimiento, Sheila había intentado ver a sus hijos en su casa de Edimburgo.