Adrián padecía sarcoma de Ewing, un tipo de cáncer de huesos
contra el que estuvo luchando varios años. Con el objetivo de recaudar fondos
para la investigación, se organizó en Valencia una corrida benéfica en la que
el niño protagonizó un paseíllo con Enrique Ponce, Vicente Barrera y El Soro.
Tras este acto el menor comenzó a ganar popularidad y fue víctima
de insultos y desprecios en redes sociales por su afición al toreo e incluso
algunos usuarios le desearon la muerte. Tras estos hechos fueron detenidas dos
personas, un hombre y una mujer, de 21 y 33 años respectivamente, en San
Sebastián y Cullera.
Sus padres siempre le mantuvieron alejado de esta polémica
para protegerle y tras las muestras de cariño recibidas, Adrián agradeció todo
ese amor con un mensaje: "Muchas gracias a todos por toda la fuerza que me
dais. Vivan los toros".