Ha actuado tres veces en diferentes sitios de Barcelona y ha extendido el miedo entre los vecinos. El 'violador del cúter' siempre ataca de la misma forma a sus víctimas. Se acerca sigilosamente por la espalda y les coloca un cúter en el cuello.

Después las obliga a entrar a un portal y a realizarle sexo oral. Su perfil psicológico para los expertos puede ser similar al de otros violadores que han actuado en Barcelona, como el 'violador de Eixample' o el 'Loco del Chandal'.

Las víctimas le describen como un hombre de 1,60 de altura, delgado y de entre 20 y 25 años. A algunas de ellas, tras cometer abusos sexuales, además les robó. Están convencidos de que no es ninguno de los violadores que, tras la derogación de la 'doctrina Parot', han quedado en libertad.