Una treintena de inquilinos, la mayoría octogenarios, acusa a Metrovacesa de "acoso inmobiliario" por intentar "echarles de los pisos" de renta antigua que habitan desde 1958-1960 , al "romper con mazas los pisos vacíos" de su colonia en el distrito madrileño de Hortaleza, lo que la empresa niega.

Son los últimos de un total de 160 inquilinos que vivían en Colonia Banesto en pisos que, como antiguos empleados de ese banco, se los alquiló la entidad financiera y luego pasaron a manos del Santander, viviendas que este "cedió a Metrovacesa".

Los arrendatarios acusan a la promotora inmobiliaria de "presionarles" primero instándoles por burofax "a abandonar los pisos el 31 de enero", aunque dieron "marcha atrás" al estar "acogidos a la Ley de Arrendamientos Urbanos del 94 con la prórroga forzosa", apuntan.

"El jueves pasado, nos despertamos con fuertes golpes en la planta. Estaban rompiendo con mazas los pisos vacíos que los inquilinos salientes dejaron perfectamente cerrados. Arrancaron las puertas y rompieron azulejos. Quieren declarar los bloques en ruinas para luego echarnos", explican Antonio López, Josefina García, Soledad Budia, Cesáreo y Amadeo López.

Los vecinos llamaron a la Policía Municipal y registraron una denuncia "por la actuación del propietario del inmueble, contraria a los artículos 9 y 10 de la Ley de Propiedad Horizontal" ante el Ayuntamiento de Madrid. Según los ancianos, la mayoría de inquilinos se marcharon voluntariamente al aceptar las ofertas económicas y de pisos alternativos que ofreció Banesto.

"Las irregularidades empezaron cuando Metrovacesa -participada por Banco Santander y BBVA- dejó de enviarnos los recibos de agua y de la renta, a los dos meses de hacerse con los pisos. Siguieron las cartas conminatorias, se echaron atrás y ahora la excusa son los ocupas", continúa Amadeo.

Y es que, entretanto, dos pisos fueron ocupados ilegalmente, pese a estar vigilados por la empresa. "Aunque las dos ocupaciones fueron denunciadas por los vecinos a Metrovacesa de inmediato, no los han echado, ahí siguen", añade Antonio quien "sospecha que estos ocupas fueron enviados por la propia empresa".

Metrovacesa, por su parte, explica que "ha tenido que atender a una cuestión de orden público y de seguridad debido a la ocupación por la fuerza de dos viviendas por parte de personas sin derecho alguno sobre los inmuebles", señala en un comunicado.

"En este contexto y siguiendo las recomendaciones de la policía, se están llevando a cabo medidas de refuerzo de la seguridad en el complejo. Todo ello con el objetivo de garantizar la seguridad de los inquilinos y evitar la ocupación ilegal de más viviendas", aseguran fuentes de la compañía. Para los vecinos, la empresa busca así justificar "los destrozos hechos por ellos mismos en dos bloques", en los que apenas quedan "uno o dos pisos habitados", añaden.

"Dirán que se están derrumbando y que nos vayamos por nuestra propia seguridad. Quieren construir viviendas de lujo", según Antonio y Josefina, que llevan más de 40 años en la colonia.