Una patera con medio centenar de refugiados que pelea contra las olas o la de un hombre que se despide de un mar que por poco se convierte en su tumba son dos imágenes que nos recuerdan el drama de la inmigración y que forman parte de una exposición titulada 'Mediterráneo, una gran fosa común'.

"La muestra intenta, ni más ni menos que aportar en la medida de nuestras posibilidades, un grano de arena a la sensibilidad de todos. A que es un problema de todos y que tenemos que resolverlo entre todos", asegura Ángel Díaz-Munío, alcalde de Castro Urdiales.

Las fotos se exhiben expuestas al oleaje y las mareas del Cantábrico para reflejar de la manera más real posible a lo que se exponen los refugiados cuando se suben a una barca.

"Concienciar, sensibilizar y por tanto con ello transformar algunas conductas y actitudes", explica Francisco Fernández Mañanes, consejero de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria.

Son 15 imágenes de dos metros y medio de largo atornilladas a la roca y colocadas a lo largo del rompeolas de Castro Urdiales. Su autor es el fotoperiodista y activista cántabro Olmo Calvo, quien espera "que sirva también un poco pues para que, como sociedades, reaccionemos y busquemos soluciones".

Un periodismo de denuncia pero también de compromiso, como el que tienen los voluntarios de las ONGs en el Mediterráneo cuyo trabajo se multiplica a partir de ahora, con la llegada del buen tiempo.

"Un poco de incertidumbre es lo que sentimos. Ahora que por ejemplo ya se ha anunciado que no va a dejar que ningún barco de ninguna ONG vuelva a llevar a las personas rescatadas a sus puertos", explica el fotoperiodista Olmo Calvo.

Ante esta situación de desamparo que sufren los refugiados, las ONGs piden a los gobiernos que se actúe cuanto antes y ese es el principal objetivo de esta exposición: golpear conciencias y evitar que estas imágenes se borren de nuestras mentes.