Cerys Head, cuando tenía 16 años pesaba 95 kilos y decidió ponerse a dieta para adelgazar. En el último año perdió hasta 50 kilos y los médicos creyeron que era consecuencia de la dieta pero, en realidad, se trataba de un cáncer de tiroides.

La estudiante de la ciudad inglesa de Exeter se sorprendió cuando perdió más peso de la cuenta. "No sabía lo que estaba pasando", explica Head, tal y como recoge el diario 'Metro'. La joven asegura que siempre ha mantenido una dieta saludable, incluso cuando dedició ponerse a dieta. Sin embargo, cuando empezó a perder tanto peso decidió ir al médico.

Además de adelgazar 50 kilos, Head experimentaba mucha fatiga, tenía frío todo el tiempo y problemas para dormir. Las recomendaciones del doctor según su diagnóstico fueron: comer más, ponerse más capas para dormir y dormir lo suficiente.

Ajena a lo que en realidad estaba ocurriendo, la joven siguió las instrucciones de su médico. Tiempo después, se encontró un bulto en el cuello que "tenía el tamaño de una pelota de golf", explica. Los médicos habían pasado por alto en su diagnostico la causa real de su pérdida de peso, el carcinoma papilar metastásico de la tiroides, un cáncer de tiroideo.

Head se ha sometido a dos cirugías para extirpar el tumor y se recupera poco a poco. Tras la primera operación, la joven asegura que tuvo que luchar con problemas de depresión, ansiedad y fatiga: "Después de la cirugía me sentí muy débil y perdí mucha fuerza y masa muscular".