Su exmujer le acusa de tenerla totalmente sometida: "Iba arrastrándome por el suelo, con patadas y puñetazos en la barriga, en la espalda, en la cabeza… donde pillaba". La última paliza, denuncia, ocurrió hace casi dos años: "Yo me metí en la habitación y entró él, rompió el armario y me lo tiró encima".

Ella estaba embarazada de siete meses y denuncia desconsolada que fue en ese momento en el que intentó quemarla viva: "Cogió un colchón y lo puso encima, cogió un mechero y lo encendió y se fue y me dejó allí".

El hombre ha negado los hechos ante el juez, dice que ella se autolesionaba, que ella provocó el incendio y que, a pesar de su testimonio, fue él el primero en socorrerla. "No podía quitar las piernas del mueble, no lo podía levantar, pesaba mucho", explica ella entre lágrimas.

Al salir de la casa, asegura incluso que su exmarido le pidió que dijera que el incendio se había producido por un cortocircuito. La audiencia de Girona lo juzga desde este lunes por delitos de asesinato y aborto en grado de tentativa, con agravantes como el de maltrato habitual. "Yo no podía elegir qué ropa ponerme, no podía peinarme, él mandaba", señala la mujer.

El fiscal pide para él 34 años y 11 meses de prisión y además reclama una orden de alejamiento de al menos 15 años.