Las llamas, protagonistas en el centro de Vigo, el fuego no llegó desde el monte, ya que varios focos nacieron directamente en pleno casco urbano. En la zona del Castro, los vecinos juntaron cubos, papeleras, palanganas... todo lo que puede recoger agua. Varias casas abrieron sus puertas y grifos para intentar salvar el barrio.

En la zona Navia el fuego amenazaba varias torres de viviendas, mientras la gente, impotente intentaba organizarse. Ante la ausencia de bomberos, que no daban abasto, los vigueses fueron montando cadenas humanas. Mientras unos cubos iban llenos de agua, otros volvían vacíos en un círculo vecinal espontáneo.

Unos trataban de enganchar mangueras al alcantarillado, otros las sujetaban para llegar mejor al fuego.

Mientras tanto, varios fuegos más iban rodeando la ciudad y entrando rápidamente. Un total de 27 grandes incendios a la vez que obligaron a desalojar a 450 vecinos. Un hombre ha muerto al caer por un terraplén mientras trataba de salvar su casa.

Además, el humo obligó a cerrar dos plantas de la fábrica PSA Citroen y otras empresas cercanas al estadio de Balaídos. Para el alcalde, muchos de estos fuegos son intencionados. Abel Caballero ha dicho que "25 incendios se declaran casi simultáneamente... algo está pasando".

Ya no queda ningún foco activo en Vigo, no obstante, siete centros educativos han permanecido cerrados.