Sin ganas de hablar y con el rastro de la agresión sufrida en su cabeza, Manuel Charlín prefería no hablar minutos después de recibir el alta. A él le golpearon con un arma en la cabeza y en la espalda, mientras que a su hijo le dieron con un bate de béisbol, según afirma.

También ha recibido el alta su hijo Francisco. Ambos fueron asaltados en su casa por dos encapuchados, en lo que el excomisario que se encargó de la operación nécora y desmanteló el narcotráfico gallego cree que se trata de un ajuste de cuentas. "Me da la impresión de que se trata de un aviso por algún problema, no creo que sea un robo", afirma Enrique León.

Tras el asalto, la prensa acudió a la casa de 'los charlines', dónde éstos la recibieron con agresividad, tirando el objetivo de una operadora de cámara al suelo y cogiendo del cuello a un periodista. El colegio de periodistas gallegos ya ha condenado estas agresiones.