Los idiomas no salvan vidas. Tras este lema se han manifestado unas 2.000 personas en Palma contra el futuro decreto del Govern que exige el catalán como requisito para trabajar en la Sanidad pública balear

"Un problema inexistente que han creado políticamente porque quieren imponer el catalán", destaca Ursula Mascaró, portavoz de 'Mos Movem'.

Defienden que sea un mérito y no una obligación porque aseguran, solo cinco de las 7.000 reclamaciones fueron de pacientes por no haber sido atendidos en lengua catalana: "La sanidad no es un problema lingüístico, es un problema de calidad".

Pero el Ejecutivo balear hará valer el apoyo del 65% de los sindicatos y requerirá a los médicos y enfermeros un nivel elemental de catalán, el B1, y a los auxiliares de enfermería un nivel básico, el A2. Eso sí, les dará dos años de margen para alcanzarlo tras conseguir la plaza.

"Yo si puedo trabajar en Madrid, en Huelva, en Murcia pero no puedo trabajar en Baleares, ¿pero ésto de que va?", explica Cristina de Juan, delegada del CSIF de Baleares. "En las islas tenemos muchos problemas para captar y fidelizar sanitarios", añade Mascaró. "En mi hospital se ha ido uno por este tema", asegura Juan Urieta, Médico de Familia

La marcha contra el catalán como requisito en la sanidad pública ha contado con el apoyo del PP y C's.