Verónica Panarella, madre de Loris, lo asesinó después de que éste le descubriera manteniendo relaciones sexuales con su suegro. Panarella decidió estrangularlo con cables eléctricos y escondió el cadáver en un barranco en Santa Croce, Sicilia.

La mujer fingió que su hijo había sido secuestrado y le mintió a la policía contándole que le había llevado al colegio y no estaba al ir a recogerlo. La policía que nunca creyó la versión de Panarello investigó y descubrió la mentira al revisar las cámaras de seguridad. Al verse presionada confesó el crimen.

La Policía descubrió que había asesinado y ocultado el cadáver de su hijo al revisar las cámaras de seguridad

Finalmente ha sido condenada a 30 años de cárcel por el asesinato de Loris. David Stival, pareja de la condenada y padre del pequeño, asistió a la lectura de la sentencia en la sala acompañado por madre, Pinuccia. Ninguno de los dos emitieron sonido alguno cuando escucharon la condena.