A penas se han recuperado de la tromba de agua del jueves pasado y los vecinos de Muxica temen que el agua vuelva a arrasarlo todo. Sus pertenencias cubiertas de lodo se amontonan en contenedores, por eso hay quién se resigna ya que "no hay nada más que estropear".

Este domingo preocupa no sólo la intensidad de la lluvia, también la persistencia, porque cae casi de forma ininterrumpida. En Vizcaya y Guipúzcoa ya han caído unos 40 litros por metro cuadrado y el viernes ya cayeron 70 litros en la localidad vizcaína. El agua llegó a los rincones de todas las habitaciones de varias casas y dejó calles anegadas y escaleras que parecían cascadas.

Daños materiales que las aseguradoras estiman en más de un millón de euros, en Gernika y Muxica. El Ayuntamiento de éste último ya ha mostrado su intención de que sea declarada zona catastrófica y mientras sus vecinos pasaran el domingo con la mirada puesta en el cielo.