Una de cada veinte mujeres en Europa ha sufrido una violación, por eso hay que dar un paso más: es uno de los mensajes lanzados en el Parlamento Europeo donde, a petición de Podemos, se abrió un debate para revisar los códigos penales con una referencia explícita al caso de 'La Manda'.

Los europarlamentarios han reclamado que se recoja una definición más concreta de violación y que se cumpla con el convenio de Estambul.

También Naciones Unidas ha alzado la voz en un comunicado donde la portavoz de acoso sexual ha criticado la sentencia de 'La Manada': considera que es leve y que subestima la gravedad de la violación y aplaude movimientos como el #MeToo o el #Cuéntalo.

Una indignación que no entiende de fronteras y que ha unido todavía más al movimiento feminista. Que la agresión ocurriese en una fiesta tan internacional como San Fermín ha ayudado a su difusión pero también y más importante es que España ha pasado de ser un ejemplo para el mundo en la lucha de la defensa de las mujeres, con movimientos con tanta fuerza como el del 8 de marzo, a enfrentarse con la sentencia de 'La Manada'.

Amnistía Internacional denuncia que el sistema judicial falla a las víctimas de violación. El imparable movimiento feminista exige que los juristas de nuestro país sean pioneros en las modificaciones necesarias para garantizar que ninguna agresión quede impune.