La expareja de Andrea ya había sido condenada por violencia machista en 2013. El acusado de asesinar a Arantxa en Azuqueca de Henares también fue denunciado por otra mujer en 2007. Los agresores reinciden entre un 12% y un 15%, según un informe del Observatorio de Violencia de Género, aunque el porcentaje podría ser mucho más alto.

"Se debe contar cómo mínimo con dos sentencias condenatorias del mismo delito. Si estos requisitos no fueran tan estrictos habría muchísimos más agravantes por reincidencia", cuenta, durante una entrevista telefónica, la presidenta del Observatorio de la Violencia de Género, Ángeles Carmona. Por eso asociaciones feministas insisten en que es necesario rebajarlos. "Y desde una sentencia, no esperar a dos. Si con una ya esperamos años, ¿cómo vamos a esperar dos?", lamenta María de Gracia, coordinadora de la Fundación 'Ana Bella'.

Los propios juristas expertos critican que el sistema no está preparado para lograr dar un respuesta segura. "La protección tiene que venir antes. Cuando se produce en el momento de la denuncia el riesgo se dispara", ha afirmado en declaraciones a la Cadena SER Inés Herreros, fiscal especializada en violencia machista de la Unión Progresista de Fiscales.

Para ello, proponen que la prisión preventiva se decrete antes, no solo cuando existen partes de lesiones. Recuerdan que la mayoría de órdenes de alejamiento son quebrantadas. Por eso reclaman que el pacto de Estado se ponga ya en marcha. "Lo único que tenemos son anuncios. No tenemos una hoja de ruta ni un calendario", denuncia Alba Pérez, portavoz de la 'Plataforma 9N'. Dicen que, de entrar en vigor, aún queda por ver que sea lo suficientemente eficaz y contundente.